llueve tu lumbre en la estación tardía.
Cada suspiro invoca una esperanza
y el polvo de tu cansancio se ha esparcido
en los caminos del aire.
Sin embargo, vuelves a nacer cada mañana
resplandeciendo en la danza de los árboles,
melancólico y tenaz
cacique solitario del desvelo
con la lámpara del genio entre tus manos.
JENIFFER MOORE
jeniffermoore@yahoo.com