Monday, September 05, 2011

Poética de Jeniffer Moore. Algunas consideraciones sobre el Poemario Los Versos del Abedul, a cargo del escritor chileno Héctor Véliz Millán Përez





Jeniffer Moore le canta a la naturaleza con su arma más poderosa: el amor. Es normal que sea así, pues, tan pronto llegamos al mundo, estamos atados a nuestra naturaleza y a la experiencia que significa personalizar en imágenes nuestros más íntimos deseos…en estos poemas, la poetiza, nos manifiesta su más profundo anhelo de ser una más en la experiencia cósmica que corre por las venas de la humanidad. Tal vez sea por lo mismo que se vuelve clarividente y, no es extraño, que en la primera línea comience así:

“De la herida vengo, de cada gota
derramada”…

Es la metáfora del parto, la fuente donde comienza el origen de la seducción y la continuidad; y en cuyo interior somos incapaces de experimentar lo que nos espera allá afuera, lejos del refugio materno. De esta manera, se sitúa en su canto para iniciar luego una enumeración de hechos que la vinculan felizmente:

“en la tierra de los fuertes”.

Tal vez sea su origen latinoamericano la que la mantiene unida a la naturaleza, reminiscencias de un pasado salvaje e inmenso donde las cercas no son suficientes para cercar al espíritu que la anima. Sin duda que lo que la anima, es el amor, y en esta oportunidad la personaliza en la naturaleza, en cuya experiencia ve su propia imagen, de manera que impulsada hacia todos los elementos, tan pronto como las percibe, se empodera y la funde con su canto:

Se quebraron los cielos de pronto
y la sombra que traigo en mis manos
se estrelló sin sus alas, en tierra.”

Se podría decir que tiene una predisposición congénita a irrumpir en la naturaleza del amor , consciente de los dolores que suele acarrear; y por lo mismo, lo envuelve con sus poesías a pesar de la inminente fatalidad, porque esta percepción sobre la inmensidad de las fuerzas amatorias no es un presentimiento; es parte de su experiencia; por eso, ante la amenaza, advierte, invocando a la poesía, para exorcizar a la muerte en su mundo subterráneo cuando con su “sed implacable”, atenta contra “su naturaleza” :

Es tu lengua un oasis que fluye
con sed implacable
un bastión con hogueras de gozo
y vocación de Orfeo”.

Así, la lucha entre Eros y Thánatos, sólo puede ser contenida por Orfeo, quien será capaz de desafiar todos los infiernos, en este caso a la muerte para salvar la vida y el amor.
A partir de este momento, la poetiza, nos confiesa:

“Es que entre tú y yo,
se acabaron las puertas
no hay cristales con lluvia
las paredes levitan
nuestros pies han huido del piso”.

Se amplifican los límites dimensionales con esta advertencia. Ya no sólo ha ampliado el campo de las vivencias personales, sino que también lo ha unido a la naturaleza:

Soy la hembra del sol y el estío
me cubre los párpados".



El secreto de la seducción se basa en este predicamento de amor a la vida y, al mismo tiempo, nos acerca hacia el conocimiento exacto de la naturaleza:

“el de arriba somete,
el de abajo suplica
y la luna que vira su rostro
y se muerde los labios”.

Con estos versos asistimos a la unión sensual de la naturaleza humana y la presencia de la luna que como los antiguos dioses, siempre están presentes en todos los actos de la naturaleza humana. Y como en los antiguos cánticos de los chamanes se ofrenda:

“Hazme desde el grano que se quiebra
hasta emerger desnudo y suplicante
raíz que se enreda gloriosa en tus columnas
y se revela a tus ojos, como el alba”.

El amor, así como lo plantean estos versos, es una cosecha que se levantará desde la semilla y así pareciera manifestarlo:

“Pues, harina seré sin artilugios
masa que leuda genuina y multiplica
entre tus manos, ante tus ojos
para que huelas la vida cuando pasa,
y sepas ciertamente que nunca morirás”.


Jeniffer Moore, tus versos parecen mutar tras cada lectura, así como mutan los elementos de la naturaleza. Lo que hace que tus rimas se fortalezcan en la ambigüedad …la ambigüedad es hija de la poesía; y tus versos la evocan como a la amante necesaria para cantar a la naturaleza. No voy a decir que es tu poesía es parte del discurso democrático o es la canción del canto libre; al contrario, es la poesía de la mujer libertaria que en algún momento rompió las cadenas y no está dispuesta a ser víctima de una cacería de brujas. Usas la libertad como una metáfora que se asoma a los sueños y a los placeres; luego te sumerges en las flores que siempre adornan tus poemas porque ellas te aterrizan. Siento en tus versos que tu lucha contra la muerte es parte de tu acción cotidiana y por eso tus versos luchan por la vida, integrados a los elementos de la naturaleza.

Jeniffer, te agradezco por permitirme comentar una parte de tus poemas…sé que tu trabajo es más extenso y variado, pero quise aproximarme a tu palabra creativa.

Hectorvelizpm



 Puede leerse el poemario Los Versos del Abedul en este mismo blog




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