Friday, December 30, 2005

2005 HOJAS ILESAS


                    

Que vengan las rocas de todos los Andes
a esta alma mía  sin cóndor
ni  cielo,  presa de la tarde.

Qué locura inmensa, qué hueco, qué frío
la fuerza del trueno, la magia del trigo
madurando al único sol que nos queda.

Qué agrio el sabor de las gotas del tiempo
sobre piel que gime.
No acusa recibo. No acusa memoria.

Qué inmensa locura, qué hueco, qué frío
como el de las madres perdiendo  sus hijos
  a  fuego impune,  en Buenos Aires.

Y el trópico exuda gruesas ligaduras
la suerte en sus barbas y el indio en sus huestes,
espiral  de  muerte.

La Historia es leída con el ojo izquierdo.
Más tarde,  es un cuento
que el pueblo mastica.

San Martín insiste en el exilio.
Vuelve la tristeza  noble de sus ojos
vestidos de ausencia.

Que vengan las rocas de todos los Andes
a esta alma mía  sin cóndor
ni  cielo,   presa de la tarde.



JENIFFER MOORE

Saturday, December 24, 2005

MI NAVIDAD



Mi Navidad fue, esta vez, un día de Noviembre, común e inadvertido. En el sofá sentada, con mi Biblia sobre las rodillas, leía Isaías, Capítulo 40. Y como tantas veces, al leer la Palabra de Dios, mi corazón se estremeció con una emoción inexplicable. Oré y sabía con certeza que era oída. Cerré los ojos y sentí como si estuviera viendo la inmensidad del Universo delante de mí. Simplemente leía la Palabra de Dios en este párrafo:
“ Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios... preparad camino al Señor, enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.
Levantad en alto vuestros ojos y mirad Quién creó estas cosas; El saca y cuenta su ejército, a todas llama por sus nombres; ninguna faltará. Tal es la grandeza de su fuerza y el poder de su dominio.” (Isaias 40: 1,3,26)

Todos tenemos un ojo espiritual que, cuando se abre a la luz de Dios, ve y entiende su Palabra. Y en eso consiste la Navidad. En abrir nuestro interior a comprender los caminos de Dios en nuestra vida. En aceptar el Amor incondicional del Creador y reconocer nuestra finitud y necesidad de comunión con El. En creerle, como niños, como hijos y confiar en las promesas de su Palabra.

“He aquí, Yo estoy con vosotros todos los días hasta el final del mundo” S. Mateo 28:20b

El único regalo importante que necesitamos recibir es que Dios nos siga amando y el mejor que podemos ofrecer, es nuestro amor a los demás. Lo más barato e intrascendente es ir a una tienda y comprar regalos navideños para una alegría momentánea y pasajera, más que todo compensadora de faltas y ausencias.
Por eso mi Navidad raramente coincide con las fechas que establece la sociedad, y se repite frecuentemente durante todo el año, porque cada vez que abro mi ojo interior y le contemplo en la Naturaleza, en la Biblia, en la mirada de un semejante, entonces, un Belén renovado se ilumina bajo las estrellas y Dios se hace hombre en Jesucristo, para seguir amándonos. Todo ocurre dentro de ese recinto inexpugnable que es el corazón humano. Allí, es donde hay o no Navidad. Allí nacemos y morimos, a elección, cada día.

JENIFFER MOORE

Thursday, December 22, 2005

CELEBRACION

Se huele en el aire la gracia de estos tiempos
como cabalgaduras de luz
empujando las ventanas,
un pajar ancho y denso va desapareciendo
y en el fondo, esa pequeña aguja
que tanto buscamos.

JENIFFER MOORE

PUERTA DE LUZ

Mi Capitán, cómplice de los abrazos

sabueso indiscutible de las madrugadas,

roca que prefiere la intemperie.

Capturas horizontes de melancolías,

brújula de espumas

en remolinos de amor y de esperanza.

Y fuiste a dar, perdido, aquí, en mis brazos

a esta Navidad, recién nacido

con puerta de luz en la mirada.


Tuesday, December 20, 2005

CLARIDAD DE RIO


Trae consigo
fresca y sencilla claridad de río,
corrientes de Espíritu
necesidad de trino.
Quién puede sostenerse ante el erróneo
ojo de la impiedad y la avaricia?
Quién recobra fuerzas si la envidia
saluda en las plazas?
Y esa apacible claridad de río
busca una luna más grande en la ventana,
a quien entregar el predio de sus cruces
la blanca pulcritud de su pañuelo
y el cuenco seco de lágrimas y risas.
Sin embargo, resuena la trompeta
viene otro año, otras lunas, cien inviernos
bajo los puentes, entre los atajos
acompañado, cada tanto, en trinos
por alguna bandada que lo ama.


JENIFFER MOORE

Thursday, December 08, 2005

ALEGATO













Fino polvo en la balanza

que el mercader ignora,
brizna al viento, feliz y temblorosa
habitando soledad y versos.
Ojos, como perro preso
sobre mata de espinos y de estopa.
Siempre ha buscado en el pajar la aguja,
el celaje más alto que la bruma
y el amor que le cuesta la tormenta.

......................................


(Paráfrasis personalizada de Isaías 40:24)

...Como si no hubiese sido plantada,
como si no hubiese sido sembrada,
como si mi tronco nunca hubiera tenido su raíz en tierra,
tan pronto como soplan sobre mí, me seco
y el torbellino arrastra mi voz, como hojarasca.

JENIFFER MOORE


Saturday, December 03, 2005

DOLORES

El rumbo se pierde , se encuentra, se tuerce.
No vuelve
decía mi madre.
Ni en el mismo río las aguas lo entienden,
mil bocas se ciernen
y el hambre no cesa
ni la lluvia cae del modo que piensa.
Baten uniformes las palmas del viento
que azota mi frente. Sin embargo, veo
me ilusiono, canto
extiendo la mano a la par del llanto
y vuelvo a ser niño
pero ya no mío.



PAINS

The course is lost, is found, diverted.

It does not return,

My mother said.

Nor does the same water form the same river,

A thousand mouths loom

And the hunger does not stop,

The rain does not fall the way it thinks.

The palms of the wind beat uniforms

That flog my forehead. Nevertheless, I see,

I deluge myself, sing and

Extend my hand evenly with the weeping …

I return to be a child

That is already not me.

JENIFFER MOORE

Translation by Mark L. Melcher