POEMA DE LA LUCIÉRNAGA CELESTE
Para Jeniffer Moore, este jardín
constelado,
UN ángel entre sombras
se
desliza, no porque
tema a la luz, sino
por fundirse en la noche.
No sé qué sin palabras
le dice por el nombre
exacto de las cosas,
que el silencio responde.
Un velo, muselina
de azucenas, descorre
con candor de violetas
el ángel de la noche.
La soledad del cielo,
innumerable entonces,
frío fuego de estrellas
prende
en excelsa cohorte.
El sativo jardín
(salvaje
finge) donde
el
caos siempre impone
riguroso
su orden.
Rosas con poca luz,
nardos
con mucha noche,
en
el vergel celeste
arden
con brillo cómplice
cuando, al pronto, el magister,
en
su crisol incólume
vierte el oro a las flores
de
su célico molde.
Desde el jardín se observa
el
alquímico azogue
que
hasta el cielo proyecta
vívidos
los colores.
Inopinadamente,
sobre
la fuente y sobre
el
cenit constelado
del
jardín, nuevo un brote
de luz prende y, el ángel,
con
levísimo toque,
a
celeste luciérnaga
diera
aliento de noche.
La vida nueva es luz
conque
ofrecen los dioses
de
sus célicos hijos
la mirífica prole.
Celindas, campanillas,
lilas,
cirsos y bojes;
jazmines
y magnolias
transmutan
el óbice
dela luz con aromas
que
en el silencio acordes
suenan,
gustan sutil-
mente
al oído salobres,
con un ritmo marino
que
empuja el horizonte
hacia
la infinitud
íntima
de su borde.
Francisco Acuyo
(De
Poemas herméticos)
2 comments:
Querido amigo, me has honrado con un canto conmovedor, que resplandece desde la otra orilla lejana del océano; un canto luminoso de tu selecta pluma para este jardín diminuto ante tu magnífica visión poética. Gracias infinitas, mi abrazo fraterno.
Magnífico poema con sabor a romance. Las imágenes delicadísimas, hermosas, reveladoras del talento y el genio ´poético del autor. Ha sido un goce exquisito leerlo. Gracias y abrazos.
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